La transcreación consiste en ser fiel a la idea del contenido de lo que se está traduciendo. La transcreación tiene en cuenta la estructura del texto, el tono, el objetivo y el contexto.
En otras palabras, el enfoque de un transcreador profesional va mucho más allá de ser meramente fiel al idioma. El territorio de la transcreación apuesta por la estructura intratextual: el intracódigo que existe en cada línea escrita o palabra hablada en un vídeo.